lunes, 5 de marzo de 2012

La función



Corría copa en mano, riendo entre jadeos. Se detuvo, tomó aire, observó el paisaje percatándose de la espesa vegetación que como surgida de la nada, le daba la bienvenida.
Sin saber por qué se entregó a ella.
Luego,unas risas; gráciles movimientos; un leve cosquilleo tras la nuca; la copa rebosante de néctar; una delicada mano guiándola hacia su boca. Sintió el brebaje más allá de la garganta donde los sentidos pierden la cordura. Cayó extasiado, no sin antes, vislumbrar la frenética danza de aquellos etéreos cuerpos. Entonces, una voz resurgió del seno mismo del follaje,  como una melodía teñida de recuerdos:

"Sí, Eurípides, he vuelto a soltar a las Bacantes".

Y como si la obra hubiera concluido,el astro rey,dejó caer los jirones de un telón que parpadeaba al ritmo intermitente de los aplausos que las hojas del bosque,orquestadas por el viento, les dedicaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario